Seguro que has aterrizado alguna vez en un blog aburrido.
Una página sin interés, que no aportaba contenido de valor
y que, para colmo, hablaba en un tono impersonal soporífero.
Ahora dime: ¿te quedaste mucho rato allí? ¿Volviste alguna vez?
Una buena redacción evita que tu blog sea uno de esos de los que huyen las visitas.
Genera confianza en ti y las prepara para comprar tu producto o servicio.
Las visitas de tu blog son tus futuros clientes; queremos que se queden, ¿verdad? 😉